Nueve doctores universitarios entre los soldados que juran bandera hoy

Cada vez nos vienen jóvenes más preparados - indica al Diario HOY un mando del Centro de Formación de Tropa (Cefot) número 1 de Cáceres -. En uno de los recientes ciclos tuvimos aquí a cuatro aspirantes a soldados profesionales que eran arquitectos, habían terminado la carrera de arquitecto superior».

El perfil de los jóvenes que hoy aprenden a hacer la instrucción (entre otras muchas cosas) en el campamento Santa Ana de Cáceres, nada tiene que ver con el de los jóvenes que estaban en este recinto cumpliendo el servicio militar obligatorio en los años setenta. De aquella, uno de cada siete jóvenes que empezaban el día a toque de diana era analfabeto, llegando la proporción a ser un analfabeto de cada cinco reclutas en el caso de que procedieran de la provincia de Cáceres. Síntoma de la degradación cultural que entonces había en Extremadura.

Hoy sábado, a las doce de la mañana, tendrá lugar en el Cefot el acto de toma de juramento de fidelidad ante la Bandera de los actuales aspirantes a soldados profesionales. Presidirá el acto el general de brigada Subdirector de Enseñanza Antonio Ruiz Benítez, siendo 599 los jóvenes que besarán la Bandera, consumando así dos meses de formación.

23 mujeres

Según ha informado el Cefot de Cáceres a este medio de comunicación, ellos forman parte del segundo ciclo del año 2015, que empezaron a formarse como soldados en Cáceres el pasado 22 de noviembre. Entonces entraron 622, de los que han quedado 599, al retirarse una veintena de alumnos, algunos de ellos al ver que la vida militar es más dura de lo que pensaban. Todos son hombres, menos 23 mujeres. Según afirma los mandos del Cefot, las mujeres que quieren ser soldados vienen muy seguras de que quieren ser militares y no suelen producirse bajas.

¿Cómo son los jóvenes que vienen a Cáceres para ser soldados? De los datos recogidos entre los 622 aspirantes que llegaron en noviembre, se sabe que 78 de ellos, el 12,5% tienen una carrera universitaria. 27 son diplomados, 42 son licenciados y 9 tienen el doctorado.

Ya sin haber pisado las aulas de la universidad; pero sí de institutos, se encuentran 86 bachilleres. Otros 170 tienen un grado superior de Formación Profesional, 41 de grado medio, 64 han estudiado la ESO, 152 tienen la prueba de acceso a la universidad, uno la prueba de acceso a grado superior y 30 han logrado superar la prueba de acceso a grado medio.

Todos estos jóvenes cumplen el requisito de no tener antecedentes penales, y medir más de 1,55 metros y menos de 2,03 metros.

También hay un límite de peso, no debe ser superior a 29 ni inferior a 17 en la siguiente fórmula: el peso dividido entre la altura al cuadrado. El ministerio de Defensa pone este ejemplo, «si pesas 85 kilos y mides 1,80, el cálculo es el siguiente: 85 dividido entre el resultado de multiplicar 1,80 por 1,80; la cifra final es 26,23, por lo tanto, apto».

De los 622 alumnos que formaban parte del segundo y último ciclo del año 2015, el 39% son andaluces. De sus ocho provincias procedían 241; de ellos, 51 jóvenes venían de Córdoba, 49 de Cádiz y 43 de Sevilla. Extremeños son 40, 28 de la provincia de Badajoz y 12 de la de Cáceres.
La tercera comunidad autónoma con más soldados en el Cefot de Cáceres es Castilla y León con 38; de Madrid son 37, de la Comunidad Valenciana 34 y 33 de Castilla-La Mancha. Asturianos hay 26, gallegos 21, igual número que de catalanes. De Melilla proceden 18, otros 17 de Aragón, 15 de Murcia, 14 son canarios, 8 son vascos, 6 proceden de Ceuta, 4 de La Rioja y y 2 de Cantabria.
De las únicas provincias que no ha venido un aspirante son: Teruel, Lérida y Ávila.

Entre las plazas que el Estado convoca para miembros de tropa, hay un mínimo adjudicado a extranjeros. Entre los jóvenes que hoy recitarán a voz en grito el decálogo del soldado habrá 12 que no han nacido en España, dos son cubanos y otros dos argentinos, hay uno de Ecuador, otro de Colombia, un ucraniano, un ruso, un venezolano y un portugués. También hay un suizo y un joven nacido en Marruecos.

Los extranjeros tienen que carecer de antecedentes penales en España o en su país de residencia, por delitos existentes en el ordenamiento jurídico español.

Todos tienen una edad comprendida entre los 18 y 28 años. Los aspirantes no pueden tener 29 años el día de incorporación al centro de formación. La mitad de los jóvenes que hoy desfilarán en la explanada del campamento Santa Ana tienen entre 24 y 28 años. Sólo hay 13 que tengan 18 años. La razón de que no tengan una media de edad más baja es que es muy raro que los aspirantes aprueben la primera vez que se presentan a aspirantes. La mayoría logran entrar en el Cefot de Cáceres la segunda o la tercera vez.

Para ser soldado

Para llegar a traspasar la entrada de los centros docentes militares de formación, los jóvenes tienen que superar tres pruebas: un reconocimiento médico, unas pruebas físicas y unos test psicotécnicos.
Las pruebas médicas son muy parecidas al chequeo habitual que hacen muchas empresas a sus trabajadores. Es un reconocimiento médico general que incluye: historia clínica, inspección general, medidas (talla y peso), auscultación cardiopulmonar, exploración del aparato locomotor, exploración de la tensión arterial y frecuencia cardiaca. Se realiza un análisis de orina. El análisis detecta el consumo de drogas que se haya realizado en los últimos tres meses.

Las pruebas físicas, según la mayoría de los alumnos, no son muy difíciles. Hay cuatro pruebas. En el salto de longitud sin carrera, el mínimo para hombres es 145 centímetros y 121 para mujeres; en la prueba de flexoextensiones de brazos el mínimo para hombres es 5 y 3 para mujeres; en las carreras progresivas de 20 metros ida y vuelta, el mínimo para los hombres son 5 carreras y para las mujeres 3,5. Únicamente hay un tiempo máximo para realizar la prueba de abdominales, que es un minuto, los hombres tienen que hacer un mínimo de 15 y las mujeres 10.

Muchos alumnos dicen que donde lo han pasado peor ha sido en los test psicotécnicos, en donde tienen las siguientes pruebas específicas: verbal, numérica, espacial, test de personalidad y razonamiento mecánico, percepción-atención y memoria. Una vez superados el reconocimiento médico y las pruebas psicotécnicas y físicas, realizan una entrevista personal.

Cuando hoy termine el acto de la jura de bandera, al que pueden asistir todas las personas que quieran, los soldados se irán de vacaciones de Navidad, para volver a Cáceres en enero, a completar su formación con otros dos meses. Luego llegarán nuevos aspirantes a soldados, en el que será el primer ciclo de 2016, consolidándose aún más Cáceres como indispensable centro de formación del Ejército de Tierra