Miles de consumidores han tenido que ser evacuados de varios centros
comerciales en al menos tres estados de Estados Unidos este sábado a
causa de amenazas de bomba y alarmas que han interrumpido uno de los
días de compras más potentes del año.
Una maleta vacía fue la causa de la evacuación de unas 500 personas
la mañana del sábado en varias tiendas de Largo, un centro comercial al
aire libre ubicado cerca de Tampa, en Florida. Un equipo de bomberos
presentes en la escena debido a una llamada no relacionada se percataron
de la presencia de una maleta en un carro de la compra de una de las
tiendas, artículo que consideraron sospechoso, tal y como han explicado
desde el departamento de Policía.
En Hackensack, Nueva Jersey, el centro comercial de dos plantas Shops
at Riverside también fue evacuado después de que las autoridades vieran
una amenaza de bomba garabateada en la pared de uno de los baños, según
el departamento del sheriff del condado de Bergen.
Por último, el centro comercial Animas Valley, en Farmintong, Nuevo
México, también tuvo que ser evacuado y clausurado después de que la
Policía comenzara un operativo de búsqueda. Las autoridades habían sido
informadas por una mujer que había leído una amenaza de bomba escrita en
la pared del baño, según Georgette Allen, agente de prensa del
departamento de Policía de Farmintong.
Todos los establecimientos reabrieron sus puertas tras comprobar que
no había ninguna bomba en los lugares, pero todos ellos sufrieron
importantes pérdidas debido a las horas de cierre en el penúltimo sábado
antes de Navidad, uno de los días más importantes para las compras del
año.
La multitud de compradores en Navidad supone vigilancia adicional
tanto a la Policía como a los gestores de los centros comerciales. Las
autoridades se encuentran investigando no sólo estos incidentes, sino
también una serie de amenazas de bomba que fueron halladas esta semana
escritas en las paredes de los baños de varias escuelas.
Todas estas evacuaciones han tenido lugar en un momento en el que
Estados Unidos ha extremado la vigilancia en espacios públicos de todo
el país, una semana después de que una pareja abriera fuego contra un
centro en San Bernardino, California, matando a 14 personas en lo que el
FBI ha considerado un acto de terrorismo.